UN CURRANTE
Un gesto como saludo bastó.
Un gesto como saludo bastó.
En nuestras miradas ya hubo
complicidad.
Ambos estábamos cansados.
-¿Al curro? - le digo.
-No, ya he acabado la faena.
Estuvimos unos minutos hablando de cómo estaba el panorama. Que la cosa pintaba mal para el futuro. Daba gracias por tener un trabajo
aunque le estuviera pasando factura el cansancio acumulado. Hace ya años de este encuentro, pero la
situación ha ido a peor. Todo un visionario este compañero.
-¿Te puedo hacer un retrato?
-¿Y cómo quieres que me ponga?
-Así mismo estás bien. Sólo quiero que mires a la cámara
como te gustaría que te mirara la gente.
Asintió pensando en lo que le dije, miró a la cámara medio
segundo y apartó la mirada...
Clic...
5 comentarios:
Grande Mingo!
Gracias, Marcelo! Te tengo que mandar alguna foto en la que sales, soy un desastre para esto.
Me gusta mucho la idea que planteas, "mira a la cámara como te gustaría que te mirasen". Cuanta tela que cortar, yo creo que ofrecería la sonrisa más sincera....
Estoy seguro, conozco mucha de esa sinceridad que ofreces. La verdad que afrontar un retrato es todo un reto, tanto para el retratado como para el fotógrafo. Dar y recibir. No sólo es saber sacar algo de dentro de alguien porque esa persona también tiene que estar dispuesta a mostrarse. Disfruto y aprendo de esos pequeños momentos compartidos con la gente que se deja retratar, de eso tú tienes mucha más experiencia.
Nos vemos pronto comandante!
Te vi por el Passeig de Gracias corriendo con la cámara al cuello...
Me gusta la pregunta que le planteas para posar ante la cámara.
Cuantas street photos buenas¡¡¡ con lo difíciles que son de cazar¡¡¡
Un saludo y pásate a ver mi trabajo.
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